Chile 3.0: Servicios Globales

Nuestro país enfrenta múltiples desafíos hacia adelante, pero me atrevería a decir que uno de los más importantes es como pasamos a integrarnos a los países que lideran la economía del conocimiento, basada en servicios de alto valor agregado.  Si queremos pasar del ranking 40 del NRI (Network Readiness Index) del Foro Económico Mundial al lugares de avanzada, digamos entre los 20 primeros, tenemos que tomar acciones más enérgicas y audaces.  Hoy que ya somos parte de la organización de países más desarrollados OCDE, nuestras referencias de comparación debe estar con estos países.

Para ello debemos pasar desde una economía basada en recursos naturales a una basada en el conocimiento, lo que nos requiere diversificar nuestra matriz exportadora y nuestra capacidad de innovación.

En el año 2007 y producto del análisis realizado por el Consejo de Innovación con el apoyo de la consultora internacional, Boston Consulting Group, identificó 5 clusters en los cuales se debían centrar los esfuerzos público y privado para desarrollar estas industrias.  El único de esos sectores de alto potencial que no contaba con una larga data de desarrollo y que no se encuentra sustentado en recursos naturales es, Servicios Globales, o conocido como
Offshoring.  Todas las evaluaciones tanto locales como internacionales, en particular la de ATKearney, muestran un gran potencial de nuestro país ubicándolo en el séptimo lugar en el ranking internacional, los principales atributos que esas evaluaciones son buen entorno de negocios, calidad del recursos humano, infraestructura de conectividad y un conjunto de políticas públicas muy activas en la atracción de inversiones.

La industria de los servicios globales, tal como lo definió, Thomas L. Friedman, en su libro The world is flat , es una industria que está moviendo al mundo, con un mercado global de más de
100.000 millones de dólares y Chile tiene las capacidades para captar el 2% de dicho mercado, estamos hablando de 2.000 millones de dólares y 40.000 puestos de trabajo de alto valor agregado, sólo como referencia recordemos que nuestra industria del vino exporta 1.200 millones de dólares.

La globalización está planteando nuevos modelos de negocios, los cuales se sustentan en la
deslocalización  y el outsourcing, esto es bienes y servicios que proceden de filiales de empresas globales o bien proveedores externos, localizadas en otros países.  En general se trata de servicios de alto valor agregado, los que podemos agrupar en Tecnologías de Información (ITO), externalización de procesos de negocios (BPO), externalización de procesos de conocimiento (KPO) y procesos de innovación (IPO).

La política pública en Chile en esta materia ya está dando resultados, al momento de diseñar la Estrategia Digital 2007-2012, una de las metas planteadas fue llegar a exportar 1.000
millones de dólares  y generar más de 35.000 puestos de trabajo.  En ese momento la meta planteada parecía exagerada, pero el convencimiento de CORFO, el Comité de Ministros – Estrategia Digital, liderado por el Ministerio de Economía lograron imponer su criterio.

A partir de ese momento se ha desarrollado un trabajo público-privado liderado por un Directorio Cluster Servicios Globales, con una amplia representación de diversos sectores,
público, privado y academia entre otros. 

La agenda de trabajo del referido directorio ha definido cuatro ejes estratégicos:

• Capital Humano:  Desarrollar una fuerza laboral con competencias acreditadas para la economía global, está ha llevado a entregar becas de estudio en inglés y a promover los estudios técnicos y profesionales de carreras vinculadas a los servicios globales.
• Promoción Internacional: Desarrollar campañas de promoción país, establecer incentivos competitivos para la instalación de empresas.
• Desarrollo de la Industria local: Prospectar y desarrollar programas de internacionalización de empresas nacionales de servicios tecnológicos.
• Infraestructura y regulación: Adecuación del marco normativo y regulatorio.  Entre otras medidas el establecimiento de ley de protección de datos personales.

Cabe señalar que la experiencia de este trabajo en una modalidad de alianza público-privada ha sido muy exitosa, lo que lleva a que hoy nos encontremos muy cerca de la meta, ya que el año 2008 esta industria exportó más de 800 millones de dólares, según estudio desarrollado por la consultora IDC, es decir, hemos cuadruplicamos el monto en 4 años.

En los últimos años han iniciado operaciones más de 60 empresas interesadas en establecer operaciones en nuestro país, algunas de ellas grandes corporaciones de la talla de Yahoo,
General Electric, Oracle, Everis y Unilever por mencionar  solo algunas.

Los ejemplos de tipos de servicios son muy variados, desde, el desarrollo de una oferta de servicios pruebas clínicas, desarrollo de juegos de video para consolas, locaciones para filmaciones, ni más ni menos que James Bond, servicios de evaluaciones de carteras de inversiones para bancos europeos entro otras.

Hoy estamos en un proceso de desarrollo de una industria que tiene potencial para llegar a los 5.000 millones en los próximos años, estamos hablando de establecer una industria de alto valor agregado; 4 veces más grande que la industria vitivinícola, en unos pocos años.  Para lograr esto debemos potenciar los atributos que nos hacen merecedor de un buen sitial que
tenemos como país en el ranking internacional.

No podemos reducir la velocidad que llevamos en esto, y creo que nuestra agenda de largo plazo debe centrarse en algunos elementos centrales; me atrevería a decir que debemos cambiar el paradigma de país exportador de bienes a exportador de servicios y
en consecuencia, aumentar la oferta de profesionales y técnicos bilingües en esta áreas, mejorar las condiciones normativas y regulatorias en esta área y difundir las condiciones de nuestro país en los mercados clientes, principalmente Estados Unidos y Europa.

Soy un convencido de que esta industria puede ayudarnos a dar importantes pasos para llevar nuestro país al desarrollo, para ello debemos redoblar el trabajo el trabajo público-privado y
promover los cambios necesarios que mejoren nuestro ecosistema, sobretodo en aquellos que fueron establecidos cuando exportar servicios era una quimera y no un realidad como lo es hoy.