Cloud computing, como política de eficiencia energética

Avatar energía-cloud

Hace unos días escribí sobre el Cambio de Hora y su impacto en el ahorro de energía, conversando de este tema con Eduardo Díaz, a quien también le preocupa, llegamos a otra área que al parecer en la discusión de “ahorro energético” no ha sido evaluado por nuestras autoridades y los hacedores de políticas públicas en materias de reducción del consumo de energía, para sostener tal afirmación basta con analizar la información disponible en la web de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética.

Todos sabemos que estamos en un escenario bastante precario en términos de energía, tanto por la sequía, como por la falta de inversión en materias energéticas, lo cual plantea importantes desafíos futuros, en particular en materias de ahorro y de cambios de nuestros perfiles de consumo.

Como una forma de utilizar de mejor forma la energía se han planteado diversas iniciativas, pero lo que ha estado totalmente ausente de ese análisis es el uso de nuevos paradigmas de provisión de TI.  Una forma de reducir el consumo energético es utilizar en forma sistemática el Cloud Computing, la computación en la nube además de los beneficios que presenta  en otras áreas (financieras, operacionales), sobre los cuales no quiero detenerme ya que lo he analizado con anterioridad, desde el punto de vista energético presenta beneficios que son muy significativos, miremos esto con más detalle.

Según análisis que han desarrollado algunos de los expertos y proveedores en la materia, los ahorros de consumo energético per capita entre los esquemas tradicionales de provisión de servicios TI (on-premise) y en modalidad en la nube (cloud) son de 70% a 80% de ahorro.

Tabla 1: Ahorros de energía on-premise versus cloud

En la siguiente tabla muestra que las relaciones de consumo entre un usuario tradicional y uno que utilice una modalidad cloud es de 175 kwh a 2,2 kwh, si leyeron bien, el consumo es 80 veces menor.  El gráfico siguiente muestra la relación de consumo entre usuario Gmail y un usuario de correo electrónico en un servidor pequeño (50 usuarios).

Tabla 2: Consumo por usuario en KwH

Diferencia de consumo cloud y usuarios tradicional

Google estimó que para la agencia GSA (General Service Administration) del gobierno federal norteamericano, la cual migró sus 17.000 usuarios a las aplicaciones Google Apps, redujo su consumo energético (servidores) en un 90% y una reducción de la emisiones de Co2 en un 85%, lo cual significa en términos de costos, reducir la cuenta de energía en US$ 285.000 anuales.

Por su parte Microsoft, estimó que para grandes instalaciones (10.000 usuarios) de aplicaciones empresariales de ofimática (Office 365) el consumo energético y las emisiones de carbono se reducen en un 30%, pudiendo llegar en instalaciones pequeñas (100 usuarios) a cerca del 90%.

Al llevar estos número a Chile, podríamos hacer algo de numerología, tomando como base los datos del Observatorio Digital, en el cual se contabilizaban unos 1.226 servidores en el gobierno central en el año 2010, como una forma de sensibilizar llevemos ese número a la mitad, el otro 50% ya está en la nube (lo cual es un cálculo muy optimista) o bien no es factible llevarlos a la nube, y lo distribuimos por tamaño según la tabla siguiente:

Tabla 3: Consumo por servidor

Llevando todo esto a servidores podríamos reducir el consumo en un 70%, si esto lo analizamos por usuario los ahorros son aún mayores llegando a cerca del 90%.

 

Lo anterior, plantea un tema muy relevante a la hora de adoptar medidas de eficiencia energética.  En lugar de estar jugando con el cambio de hora, como lo hemos hecho en los últimos años, que  como vimos en el post sobre cambio de hora su aporte al ahorro es bajo,  una política agresiva en términos de promoción del uso del Cloud Computing por parte del Estado, al menos en lo que respecta a los servicios más estándares o comoditizados (correo electrónico, almacenamiento, ofimática), ya sería un gran avance en términos de mejor uso de los recursos del fisco, ahorro energético y reducción del aporte a la contaminación.

 

Referencias Bibliográficas

Comparte este artículo en

2 comentarios

  1. Alejandro, buenas cifras y sugerencias, gracias por ello. Sin embargo me pregunto si hay conciencia de la importancia de esta materia. Pareciera un tema de expertos,  que lo es sin dudas, pero tb se requiere mayor difusión, a l igual que la carretera eléctrica. 

    Lo copio a varios colegas que andan en estos mismos pasos. Seguiremos atentos a tus estudios!

  2. Estoy de acuerdo con el comentario de Blanca Velasco. ¿Quien ahorra energía? Protestas por las nuevas formas de generarla pero, ¿cuántas de esas personas fueron a protestar dejando el TV ó las luces encendidas? O estando en casa dejan luces encendidas que no ocupan.

    El Señor Barros está realizando una labor que le corresponde al estado. Pero entonces, sabemos que los políticos están muy preocupados por las próximas elecciones y a eso dedican (casi) todo el tiempo. Y eso en una rueda que se repite una y otra vez. La energía y otro temas deben tratarse en forma seria y por gente seria, desgraciadamente no es lo que tenemos, y si lo tenemos esas personas probablemente se van si sale el otro candidato. He ahí el problema, en mi opinión.

    ¿Mi propuesta? Preparar a los muchachos que quieran servir al país, y en las distintas áreas, para que ellos vayan tomando las riendas poco a poco. Claro, diseñamos un nuevo sistema, se somete a aprobación de la ciudadanía que por cierto está invitada a participar, y se implementa paso a paso dejando que esas personas vayan adquiriendo más responsabilidades a medida que ganan más experiencia y conocimientos en su área. Claro está, hablamos de una implementación que tomará unas tres a cuatro décadas.

    La ciudadanía entonces vota por políticas a seguir, y en donde nuestro voto valga según lo que sepamos del tema a decidir, es decir, la ignorancia no puede tener ninguna influencia en nuestros destinos.

    Esto en pocas palabras, ciertamente, pero creo que se entiende la idea general. Pero, y si hay un gran pero, los ciudadanos hablamos mucho pero hacemos poco. Prueba es la falta de comentarios en este blog y el exceso de ellos en otros que tratan temas triviales o de política contingente.

    Valga recordar que ya estamos en el siglo XXI, las nuevas tecnologías nos permiten implementar sistemas más ad-hoc a los tiempos actuales, porque el sistema actual la verdad que es el mismísimo que había en tiempos de Sócrates, en líneas generales.

    Hagamos algo por las futuras generaciones, si usted tiene otras ideas, pues plantéelas aquí ó en cualquier otro foro apropiado.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Blog eL ABC de Alejandro Barros

Suscríbete a newsletter

En este espacio reflexiono sobre Modernización del Estado, Innovación Pública, Desarrollo Digital, tecnologías de información y otras yerbas.