Entrevista BNAmerica: Política Digital
Les adjunto entrevista que me hicieron hace algún tiempo (incios de febrero) en el medio electrónico BNAmericas, realizada por la periodista Cristina Molina
El 2009 es el último año de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, en el gobierno. Y aunque la coalición gobernante que ha estado al mando del país desde 1990 ha tratado de avanzar en materia digital, la verdad es que Chile aún no evidencia los resultados de una estrategia seria, ya que la mayoría de las iniciativas de desarrollo digital acaban con el término del gobierno que las ha propuesto.
BNamericas conversó con el ex secretario ejecutivo del comité de ministros de desarrollo digital Alejandro Barros sobre los logros del gobierno, sus derrotas y los desafíos, tanto del gobierno como del sector privado para fomentar el desarrollo digital del país.
BNamericas: ¿Cuál fue la idea principal del gobierno con el lanzamiento de varias entidades dedicadas al desarrollo de una agenda digital, como la Estrategia Digital, el comité de ministros, etc?
Barros: Lo primero que se hizo fue definir una política pública en términos de desarrollo digital y un horizonte de largo plazo. El principal desafío en ese momento fue dejar instalado el tema con una política pública de largo plazo bastante consensuada. Hubo un trabajo de casi un año para desarrollarla con representantes de la industria, de empresas, académicos y del sector público. Y finalmente eso genera la hoja de ruta de cómo se debería mover el país desde el punto de vista de su desarrollo digital.
Chile ha tenido un comportamiento irregular en este tema fundamentalmente por dos razones. La primera es porque es un tema que no está del todo instalado en el mundo de las empresas, ni en el político, ni menos aún en las políticas públicas. Hemos tenido distintas instancias, primero el comité de modernización, después la agenda digital, y después el comité de ministros para el desarrollo digital que lideré yo. Pero si te fijas no ha habido una continuidad sino iniciativas que parten, llegan a un punto, después hay cambio de gobierno y se cierran. Entonces el principal desafío es dejar instalado algo que vaya más allá del gobierno de turno.
BNamericas: ¿Qué países usaron como referencia para definir lo que Chile debiera hacer?
Barros: Si uno mira los países que lo han hecho bien en este tema, son países que tienen iniciativas de largo aliento y que no inventan la pólvora cada vez que cambian de gobierno. En el proceso que hicimos miramos cinco países, analizamos con profundidad sus documentos de estrategia digital: Nueva Zelanda, Estonia, Inglaterra, Finlandia y Corea. Lo que se hizo en ese minuto fue analizar cada una de estas cinco políticas públicas en desarrollo digital y ver cuáles de sus elementos eran factibles de implementar [en Chile], qué habíamos hecho que servía para no inventar todo de nuevo, y [agregar] elementos nuevos que sean propios de nuestra cultura e idiosincrasia.
BNamericas: ¿Usted cree que es posible tener una política digital pública si, como usted señala, el tema no está en los planes de los sectores público y privado?
Barros: Replicar lo que pasa en otros países es complicado, y la otra cosa es que el mundo político en general no ve esto como un tema prioritario. Esto pasa en el mundo de las empresas también. Las tasas de inversión de las empresas chilenas en TI son más o menos un tercio de lo que debería ser, si uno las compara con inversiones en otras áreas; ni siquiera comparándose con países más ricos.
Es un tema que tampoco está instalado en el mundo de los economistas, muchos no ven el tema de inversión en tecnología y desarrollo digital como un tema que nos va a cambiar la cara desde el punto de vista del incremento del producto per cápita. Si les dices: «si invertimos en tecnología aumenta el PIB»; te dicen que «eso no está demostrado».
Y efectivamente no está completamente demostrado, pero ¿qué vamos a hacer? ¿Esperar que alguien, por ejemplo Corea, demuestre que la política que han implementado en los últimos años, sustentada fuertemente en el desarrollo tecnológico del país, les ha cambiado la cara? Si esperamos 40 años para tener todos esos datos, va a ser tarde.
BNamericas: ¿Qué iniciativas pueden destacar que fomenten la digitalización?
Barros: Creo que se ha avanzado en algunas áreas importantes, de hecho los avances más importantes los ha liderado el servicio público: [el portal estatal] ChileCompra y el Servicio de Impuestos Internos (SII). ChileCompra ha hecho que un porcentaje muy importante de las empresas pequeñas y medianas del país se digitalicen, porque la única manera de vender al Estado es con una conexión a internet. Antes se alegaba que ChileCompra iba a matar a las pymes y lo que ha pasado tres años después es que la participación de las pymes en el mercado de las compras públicas es un 37% del total del mercado, que es cerca del doble de la participación de las pymes en el PIB.
Por lo tanto, lo que ha hecho ChileCompra es que [el proceso de las compras públicas] se haga más democrático y por otro lado que esas pymes se han digitalizado porque es la manera que tienen de venderle al Estado.
Otro ejemplo fue el SII. Tuvo muchos reclamos por parte del Colegio de Contadores, porque afirmaban que iban a perder su trabajo de asesoría a empresas. En definitiva no perdieron su trabajo, y hoy uno de los gremios de servicios profesionales más digitalizados son los contadores.
BNamericas: ¿Y qué nos puede decir respecto del sector privado?
Barros: No se puede forzar [al sector privado a invertir en tecnología], pero de cierta manera estas regulaciones lo fuerzan. Si le quieres vender algo al sector público hay que tener PC y conexión a internet. En el mundo privado, los desarrollos se han dado por eficiencias o mercados muy competitivos. Los bancos, que son los que más se han desarrollado en este tema, lo han hecho porque hay un ambiente competitivo. El hecho que estemos entrando en un período de crisis también lo va a promover, porque las tecnologías de información se ven como una herramienta importante de reducción de costos y para hacer procesos más eficientes.
BNamericas: ¿Qué nos puede decir de las iniciativas de la industria y del sector público para seguir aumentando la penetración de internet?
Barros: Si bien hemos tenido un cambio en internet [en Chile], no ha sido suficiente. Cuando llegué a la Estrategia Digital dije que internet era cara y mala. Probablemente sigue siendo cara, pero ha dejado de ser mala. Hoy las velocidades se han triplicado y más en un año, y al mismo precio. Antes lo que pagabas por 512Kbps, hoy lo pagas por 2-4Mbps. La velocidad promedio ha aumentado muchísimo. Pero el desafío que tenemos es cómo hacer que entre más gente y, para eso, las tarifas hoy igual son caras. Hoy el low entry [servicio básico] sigue siendo caro. Están apareciendo algunas soluciones bastante novedosas como internet de prepago, y el siguiente es internet desnuda, es decir, sin comprar nada más que internet, sin línea telefónica. Yo creo que los nuevos concursos de la Subtel [regulador chileno de telecomunicaciones] que permiten la entrada de nuevas empresas como [el PSI] Stel en [la comuna de] Maipú va a empezar a mover el mercado.
BNamericas: ¿En qué áreas se deben concentrar las iniciativas durante el 2009?
Barros: El desafío, en primer lugar, es instalar el tema como un tema relevante para el desarrollo país. Pero eso es una tarea permanente. Tenemos que poder instalar el tema en la gente y en los líderes. Segundo, y que ya va a ser tarea del próximo gobierno, es contar con una institucionalidad más fuerte en este tema. Yo creo que el mejor modelo que podemos adoptar es el modelo de tener una subsecretaría de telecomunicaciones y TI, como tienen algunos países. Eso significaría que la Subtel tome algunos roles y deje otros, como la supervisión de la industria.
La figura de un comité de ministros es buena para hacer un diseño de una estrategia, pero me atrevería a decir que no es una buena figura para la ejecución de una política pública. Es más una figura de diseño, de ver hacia dónde llevar el tema, pero después hay que irse metiendo en cada uno de los servicios y tiene que ser una figura con más autoridad real.
BNamericas: ¿Cree que el gobierno, como consumidor de tecnología, reducirá sus inversiones en TI debido a la crisis?
Barros: Yo diría que no. El Estado en general en estas crisis, y afortunadamente, tiene plata para no parar el carro de las inversiones. Yo creo que va a ser un fuerte inversor, no es que vaya a aumentar, pero no va a reducir.
Y además el Estado chileno actúa como ente contracíclico en los períodos de crisis, más aún si tiene recursos.
En el sector privado las empresas se están reacomodando y en aquellas industrias en que las TI se ven como un bien suntuario, esto va a impactar. Lamentablemente hay muchas industrias en las cuales no se ve este tema como una forma para generar aumentos de eficiencia y reducciones de costo.
No tengo claro a quién le compete ese rol de hacerles ver la tecnología como diferenciador competitivo. En otros lados las industrias más digitalizadas aprendieron solas. Hoy los bancos no pueden no usar las TI como una herramienta fundamental del negocio porque se dan cuenta de que si no lo tienen, no pueden operar. Las industrias más digitalizadas no lo hicieron por una intervención del Estado, sino más bien por el mismo mercado, se dieron cuenta de que si no lo hacían iban a morir. Entonces hay un aprendizaje que puede ser doloroso.
BNamericas: En lo que se refiere a regulaciones, ¿en qué nos deberíamos enfocar?
Barros: Una de las regulaciones discutidas [el año pasado] fue la de neutralidad tecnológica. Yo no soy partidario de las regulaciones en software porque hay software para distintos gustos, necesidades y presupuestos. Está instalado que el open source [código fuente abierto] es gratis, pero en un proyecto de TI el licenciamiento es casi el 10%, así que el otro 90% hay que pagarlo igual. Así como no hay que imponer un software comercial, no hay que imponer el software libre. Hay que dejar espacio para que compitan las mejores soluciones, y eso más que neutralidad es imparcialidad tecnológica. Hay que asegurar que al momento de evaluar y tomar la decisión estén todas las alternativas en la mesa y se evalúe la mejor de ellas para resolver un determinado problema.
Tenemos algunos desafíos para mejorar la ley de delitos informáticos, que es muy antigua y no resuelve problemas como el phishing, propiedad intelectual y protección de datos personales. Yo creo que eso requiere un cambio profundo. No es posible que sigan circulando bases de datos con mi nombre, rut [número de identificación], email sin que nadie regule eso.
Y yo creo que otro gran desafío es la educación. Hay algunas iniciativas como el Plan Ceibal en Uruguay [para entregar computadoras a estudiantes]. Eso se tiene que profundizar, además de digitalizar el ecosistema judicial.
Sr Barros
Muy buena entrevista, su visión es muy precisa sobre el estado del desarrollo TI en nuestro país.
Se lee claramente que hay una diferencia entre un político y un estadista.
Alejandro, te felicito por tus comentarios, son muy acertados.
Como sabes por nuestras conversaciones, tenemos un grado enorme de consenso en esta materia, lo cual no puede sino ser buenas noticias par el futuro del sector. Ello nos permitirá armar una plataforma transversal, para que las cosas salgan «si o si».
Hemos elaborado proyectos que atacan directamente todos y cada una de las falencias de las que hablas en tu entrevista, y potencien las fortalezas que mencionas. Lo bueno es que han sido «compradas» por el sector, por lo cual se les va a dar el realce que merecen desde hace tiempo. Supongo que ello llevará por lógica a que la Concertación también le de la importancia que requiere, y al fin todos salgamos ganando. ¡Win/Win!
Un abrazo,
Alfredo
Responsable de Comisión TIC e Innovación, Grupos Tantauco
Notable entrevista. Estoy de acuerdo en prácticamente todo lo que planteaste, Alejandro. LAmentablemente, cuando veo que las supuestas áreas «tecnológicas» de los comandos presidenciales tienen como funciones la mantención del perfil de Facebook del candidato entre otras, en lugar de generar propuestas que aumenten la productividad de nuestra economía (finalmente se trata de esto, ¿no?) y fomenten la innovación, la verdad es que no tengo mucha esperanza de que esto cambie en el futuro cercano.