Facebook: te estamos mirando!

Ya esta altura resulta ser un lugar común, decir que las tecnologías de  información y en particular la web están cambiando muchos de los paradigmas a los que estamos acostumbrados en el mundo empresarial, estatal y a nivel personal, pero creo que esos cambios no lo hemos aquilatados del todo.

La semana pasada me encontraba en los Estados Unidos, Washington para ser más preciso y apareció en la portada de uno de los diarios más importantes de ese país el USA TODAY, el titular Member or Not visit Facebook and it tracks you.

El artículo explicaba como Facebook genera bitácoras de visitas de sitos web que tú navegas en los últimos 90 días.  Efectivamente hace algunas semanas usuarios descubrieron  que al momento de  acceder a Factbook se instala un par de coockies (software que se instala localmente y monitorea el uso y navegación), para usuarios registrados y no registrados en esa red social, estas coockies capturan información de tráfico que los usuarios tienen y lo almacenan por un período de 90 días,  la Federal Trade Commission en Estados Unidos se encuentra investigando el caso.

El uso de la información obtenida producto de la navegación de los usuarios puede permitir construir perfiles personales de todo tipo, económico, religioso, político y de orientación sexual entre otros.

Cuando se escucha por ejemplo de alguna autoridades públicas que van a utilizar Facebook como la gran herramienta (canal), para los servicios que el Estado entrega por ejemplo cuando realiza un reclamo a la Defensoría del Ciudadano por esta vía es que aparecen interrogantes y sobretodo luego de lo que está ocurriendo en USA con dicha red,  ¿qué tipo de tratamiento a la información sensible y/o de carácter personal se le va a dar, más aún considerando que nuestro marco jurídico al respecto es bastante débil por decirlo en suave?

La información que circula por ese canal puede ser sensible y el tratamiento que se le de puede generar impactos significativos desde el punto de vista de la protección de datos personales.

Imaginen la siguiente situación:

“la señora Juanita envía un mensaje vía Facebook al defensor ciudadano, de que no ha sido bien atendida de su problema de diabetes en el servicio público x”

La pregunta es: ¿y que va hacer Facebook  sabiendo que la señora es diabética?

Esa información la va almacenar con el cuidado que se merece o va  hacer utilizada para hacer publicidad asociada eso, o bien entregarla para que terceros la usen comercialmente. Es una pregunta aún no resuelta que en muchos casos genera importantes dudas respecto del uso que se le da a la información de carácter sensible o personal.

Cuando consulté a una autoridad en esta materia, su respuesta no fue del todo convincente,  ya que hacia alusión a cláusulas específicas en el contrato y a regular las temáticas de protección de datos, pero el problema que un contrato como el caso de Facebook es de los denominados contratos de adhesión y no veo fácil que modifiquen dicho contrato por la señora Juanita en Chile, por lo tanto queda en la misma indefensión que existe hoy.

Ahora bien, muchas de estas prácticas de captura de datos son realizadas por otras compañías (Google, Yahoo, MS y otras),  el uso de la información de navegación de usuarios se utilizan para distintos propósitos, tales como: actualización de software o conocer cuando uno se vuelve a conectar a un mismo sitio, así lo hacen los grandes eTailers como Amazon para personalizar la navegación, pero hay otros usos asociados a perfiles de consumo y publicidad que van bastante más allá.

Mientras no contemos con un marco jurídico adecuado y claridad del uso de la información es que al menos se debe advertir a los usuarios que ese canal sólo debe ser usado como medio de contacto inicial y no para dar entrar en mayores detalles, los cuales deben en muchos casos manejarse con la adecuada confidencialidad, la cual no necesariamente está asegurada en las redes sociales como lo estamos viendo hoy mismo.

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