Gobierno Responsivo, un desafío por delante!
Los estados modernos deben tomar en consideración que su quehacer se va a ver enfrentado a dos tendencias muy fuertes en los próximos años, lo cual les va a implicar importantes desafíos en su forma de operar:
- Estado responsivo (responsive): concepto que en nuestro idioma no es del todo claro, habitualmente se utiliza para sitios web, se refiere a que un sitio web es capaz de adaptarse en función del tipo de dispositivo que accede (Smartphone, tableta, estación de trabajo, otro) y que podríamos definir mejor como adaptativo. Un estado responsivo es aquel que es capaz de responder a los requerimientos y demandas de sus ciudadanos, de forma rápida y eficiente.
- Estado Ciudadano-Céntrico (citizen-centric): Esto es pensar, más en la demanda, ¿qué requieren las personas? y menos en los servicios y productos que ofrezco como Estado, los que probablemente fueron diseñados e implementados hace décadas y que hoy por hoy distan mucho de lo que las personas realmente necesitan. Hace un tiempo escribí sobre los elementos constitutivos para desarrollar servicios ciudadano céntricos, que creo relevante recordar (meta-trámite, multicanalidad, usabilidad, alianzas público privadas).
Hace unos días estuve en un seminario del Banco Interamericano de Desarrollo – BID y la Universidad de Harvard, en el cual se desarrollaron estos conceptos, incluso los autores del libro The Responsive City, Stephen Goldsmith y Susan Crawford, utilizado como material del curso, fueron parte del equipo académico que desarrolló los temas.
En ambos casos, esto significa que los servicios públicos deben tener una actitud más alerta y con capacidad predictiva para atender de mejor forma a los ciudadanos que sirven. La forma de lograrlo según Goldsmith y Crawford, es a través del uso intensivo de los datos que los estados poseen y que irán aumentado en forma exponencial en los próximos años, producto del avance de la digitalización de procesos y archivos y de la Internet de las Cosas, con sus miles de sensores dispersos en ciudades y campos.
Según Crawford un estado responsivo se sustenta en los siguientes habilitantes:
- Infraestructura de conectividad (fibra), dado el volumen de datos que circulan y cuyo incremento será muy significativo, exponencial para ser más preciso; se va a requerir de poderosas redes con anchos de banda muy significativos, que permita que circulen grandes volúmenes de datos.
- Datos abiertos, desde hace algún tiempo venimos escuchando lo relevante de abrir los datos a los ciudadanos, con una lógica más asociada a la transparencia, pero tan importante como eso es que los estados abran los datos para mejorar su quehacer interno. Los datos abiertos permiten que los estados mejoren su quehacer, esto van en contra de la cultura tradicional de silos que los servicios públicos tienen., pero es una tendencia que sólo aumenta en los últimos meses.
- Algoritmos (modelos), se refiere a la capacidad de modelar esos grandes volúmenes de datos. No basta con tener los datos, lo más relevante es que tipo de preguntas puedo responder con esos datos y como los modelo. Ya han existido algunas experiencias en esta zona no del todo exitosas como el Google Flu Trends (predictor del comportamiento de la gripe a nivel mundial) que fuera fuertemente criticado por su falta de precisión. Esto significa cambiar un paradigma muy instalado en los Servicios Públicos, esto es, que usan los datos sólo para sus procesos transaccionales y no para la analítica.
- Sensores, el despliegue de sensores de todo tipo en las ciudades y zonas rurales que permiten medir y monitorear todo tipo de información, en lo que se conoce como la Internet de las Cosas. Incluso los dispositivos móviles de las personas pueden jugar el rol de sensor. Los sensores serán el núcleo central de la Internet de las Cosas, son los que podrán entregar grandes volúmenes de datos de todo tipo.
- Pantallas, ambos autores denominan a este eje como pantallas, pero el concepto apunta más a las aplicaciones que van a permitir interactuar con los ciudadanos (móviles o fijas). Hoy la cantidad de personas que portan un teléfono inteligente crece día con día, así como las aplicaciones que permiten relacionarse entre ciudadanos y el estado.
Con estos elementos, y desarrollando modelos predictivos los estados, podrán mejorar el diseño e implementación de políticas públicas, estos modelos de análisis predictivos ya se están usando en algunos sectores, tales como Seguridad Ciudadana, Fraude y Servicios Básicos. Pero falta aún camino por recorrer para que sean usados en otras áreas, en particular para mejorar el diseño y delivery de los servicios que el Estado presta a sus ciudadanos.