Modernización del Estado, pensar fuera de la caja!
La modernización del estado es un tema que se viene discutiendo, evaluando y analizando en los últimos años en muchos países en el mundo, en nuestro país incluso se institucionalizó a través de un Consorcio para la Reforma del Estado, en el cual participaron expertos y especialistas de todo el espectro político y propusieron una serie de reformas, olvidando algunos temas por cierto, pero bueno es un punto de partida.
Yo diría que el gran desafío que tienen los estados, es como moverse a modelos de operación, administración y de servicio a los ciudadanos que den cuenta de los paradigmas del siglo XXI y no con modelos de interacción del siglo XIX como ocurre en muchos estados en la región de América Latina.
Pero en muchas ocasiones ese esfuerzo de modernización del estado, tiene más un foco en la digitalización o automatización de procesos existentes y por lo tanto se siguen manteniendo el paradigma antiguo.
Lo que más vemos son proceso de digitalización y cambio de estructura organizacional, se hecha de menos una mirada a la innovación en el mundo público, esto es, a pensar fuera de la caja, a mirar modelos de servicios, modelos de negocios y procesos de negocios que den cuenta de una relación más ciudadano céntrica y que tengan al ciudadano como eje, como centro de su que hacer, es por eso que creo que si bien no debemos perder ese esfuerzo modernizador, el énfasis o el foco debiera estar más en la innovación que en el rediseño, con ese olorcillo a automatización de modelos actuales.
El desafío que se nos presenta con este nuevo enfoque, es instalar a la innovación como práctica, la cual debe abordarse a través de una mirada sin prejuicios, sin trabas y que permita ampliar los horizontes de quien esta diseñando. Algunos de los centros de innovación pública, como el caso de MindLab en Dinamarca han trabajado nuevas aproximaciones a la innovación pública, lo que han hecho es mirar desde la perspectiva de quien usa un servicio, cuales son los componentes, atributos y reglas de negocios que tiene que tener ese servicio y a partir de ahí construir aguas arriba el modelo, esto es un enfoque bottom-up, y no como en general se aborda habitualmente el tema, en que la aproximación en top-down (desde el experto hacia al usuario), es decir de reconstruir la organización y los procesos de negocios desde el Estado hacia los ciudadanos, pasando por todos los niveles intermedios de organizaciones públicas, lo que ha llevado en muchos casos a difíciles procesos de adopción y de gestión del cambio, poco gestionada por decirlo de alguna manera, cómo también de una resistencia a este nuevo modelo impuesto por la autoridad.
En la medida en que los procesos sean procesos bottom-up, mirando desde quien recibe el servicio a quien lo presta, existe un convencimiento y un quehacer más directamente relacionado con lo que cada uno de los funcionarios hace en su día a día.
La siguiente pregunta es:
¿cómo se instala, cómo se institucionaliza ese proceso de innovación pública?
Uno de los modelos más exitosos de este sentido es establecer espacios de discusión abiertos, de diálogo y de puesta en común de los servicios que un determinado agencia público o servicio público presta y a partir de ahí identificar aquellos lomos de toros, servicios no requeridos o poco valor público que prestan cada uno de estos elementos. Establecer modelos de co-diseño con los usuarios finales e institucionalizar esquemas de desarrollo de permanente beta. Todo un desafío.
Imagen: http://diariomotocicleta.blogspot.com/2011/04/thinking-out-side-box-yamaha.html
Alejandro, tu reflexión y reseña del libro de Bason se agradecen particularmente en estos momentos de dilemas técnico-políticos (estrategia energética, modelo de desarrollo, política educacional, etc) y nos recuerdan que la modernización del Estado chileno quedó trunca desde la crisis asiática. Nunca es tarde y hoy apremia su celeridad, no sólo por los dilemas sino porque la sociedad ha cambiado y no resiste la forma de gobernar «desde arriba». Lo mostraron los resultados de las elecciones pasadas, y se trata de una tendencia sin retorno. En este contexto, no basta con promover la innovación desde el particular enfoque individual e interno de la innovación emprendedora (Bason) sino que se trata de un compromiso que requiere de liderazgo adaptativo y de estructuras abiertas, con sistemas de governance legitimados por los usuarios y la red de actores participantes. Queda mucho camino por recorrer para instalar nuevas prácticas en la conversación y acciones, …on working…!
Los gringos tienen un par de buenas maneras de decir lo que sospecho quisiste decir, Alejandro: Una suerte de regreso («Start from scratch» y «Back to basics»). Es muy saludable picar el botón mental «rewind» para luego picar el «play» y volver a escuchar (mirar, oler) lo que se ha hecho en cuanto a la manida «Modernizacion del Estado»… siempre de arriba hacia abajo, como corresponde, claro está.
Para que las cosas sean de abajo hacia arriba, la condición previa pareciera ser que los de arriba abran una ventanita para que en el mundo de los de abajo se asome la confianza en la participación. Si el Estado «no ofrece» participación, la gente no la va a «demandar». Es decir… si no se ofrecen (desde arriba) acciones bottom – up, el disco seguirá rayado.
Si revisamos lo que se ha hecho en cuanto a «Modernizacpón del Estado», el «bottom-up» luce por su ausencia, porbablemente porque el «top- bottom» nunca se propuso – en los hechos -«Modernizar el Estado» desde el horizonte del ciudadano de a pie.
La re-visión de las cosas es muy saludable.
Hola Alejandro, y que opinas de fomentar en Chile la implementación de politicas de gobieno corporativo en el Estado, que le permita dirigir su interés hacia sus clientes, es decir, los ciudadanos?
En Peru estamos ejecutando un proyecto interesante (Proyecto_TIC) para las empresas públicas del Estado, mediante gobierno corporativo de tecnología. Acabamos de implementar un centro de servicios compartidos, comenzando con servicios de centro de datos bajo un modelo de cloud privado. Esta infraestructura será la base para el despliegue del modelo basado en servicios que describes. Recomiendo ese primer paso.
Raul
@Blanca, te agradezco tu comentario, lo que plantean los nuevos modelos de innovación , es «start from scratch» y mirando al recpetor de la innovación, Bason lo que promueve es un cambio de paradigma al respecto con la mirada más de diseñanor de soluciones que de optimizador de lo que existe (eso es un disparo en los pies para los ingenieros como yo)
@Andres, gracias por el comentario, totlamente de acuerdo contigo, pero creo que esa re-visión como planteas tendrá varios detractores que siempre han operado de otra forma, por lo que no va a ser fácil, en muchos casos esto se ha dado por la presión ciudadana.
@Raul. lo que planteas me parece una buen avance, la gran pregunta pendiente de nuestras «modenrizaciones del estado» es como impactan la vida cotideana de los beneficiarios finales, los ciudadanos
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Alejandro Barros
Luego de analizar la forma en que se aplica el enfoque bottom-up y el enfoque top-down, llegué a la conclución[1] que la estructura jerarquizadas de los gobiernos tradicionales, son un cuello de botella para la sociedad.
Referencia
[1]
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http://ideaschile.wordpress.com/2010/10/14/datagov-bottleneck/
Hola Alejandro, gracias por este espacio, efectivamente coincido contigo, «ponerse en los zapatos» del cliente resulta dificil, ya que la necesidad no la tiene quien ofrece la solución, lograr que el ciudado exponga su requerimiento y ponga sobre la mesa con que cuenta y a partir de ahi bridar el servicio, eso sería trabajar por ellos, normalmente son muchos los requisitos por cubrir para tener acceso a una solucion.
Invertir los papeles de autoridad y cliente, sería un buen ejercicio. En el sentido operativo.
@javier, gracias por tu comentario y como planteas probablemente los modelos excesivamente jerarquizados ayudan poco, pero el estado y en particular sus autoridades deben asumir que el mundo cambió
@gerardo, gracias por tu comentario y el ejercicio que planteas es un desafío pendiente todavía para las autoridades.
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Alejandro Barros