La componente que habitualmente se olvida en la Modernización del Estado
Días atrás, fue el lanzamiento del libro: Un Estado para la Ciudadanía – Estudios para su Modernización (2018) . Partamos por el vaso medio lleno, primero quiero felicitar al CEP y a Isabel Aninat S. y Slaven Razmilic B. por el gran esfuerzo de desarrollar y liderar un trabajo como este, en el cual hay un trabajo muy relevante de coordinación, de consensuar textos, y llegar luego de grandes esfuerzos al documento definitivo, Bravo!
Felicitar al CEP por la iniciativa, ya que realizar una convocatoria como esta para pensar en torno a la Modernización del Estado me parece un tema de la mayor relevancia y urgencia.
La presentación en cuestión, estuvo encabezada por dos ministros de la nueva administración, me refiero al Ministro Felipe Larraín y al Ministro Gonzalo Blumel, Hacienda y Secretaría General de la Presidencia, respectivamente. Ambos destacaron la importancia que le va a asignar la administración del Presidente Piñera a este tema, me alegra escuchar esto.
La Modernización del Estado, hoy por hoy, es algo que ya no es un gustito que nos podemos dar, producto de los cambios de nuestra sociedad, su proceso de transformación es una exigencia de la máxima prioridad. En las décadas venideras, varios factores tales como: envejecimiento de la población, la llegada de los millenials, presupuestos restringidos y nuevas tecnologías, es que la forma en que el Estado debe diseñar sus políticas públicas y entregar sus servicios deberá ser repensada totalmente.
En el libro, hay propuestas muy interesantes, varias de ellas asociadas a la gestión de personas, recursos financieros, estructura e interacción entre poderes del Estado, y creo van en la dirección correcta, sobre las cuales no me quiero pronunciar en detalle por ahora. Me llamó gratamente la atención de las propuestas asociadas al uso y gestión de datos con la idea de diseñar y ejecutar políticas públicas basadas en datos y evidencia.
Ahora vamos con el vaso medio vacío, me gustaría abordar en este post en un par de aspectos que me llamaron la atención, luego de un lectura inicial del texto (aún sigo en proceso de leerlo). Estos aspectos fueron:
- Falta de diversidad, un elemento relevante a la hora de repensar el Estado es que pueda existir una mirada lo más amplia posible, de la sola lectura de los autores se advierte una falta de diversidad de los mismos, al menos en lo que se refiere a sus profesiones y áreas de competencia, se echan de menos algunos, periodistas, científicos e ingenieros. Entre economistas y abogados representan más del 50% de los autores, lo cual obviamente genera un sesgo hacia lo regulatorio y a la mirada economicista del texto. Por otra parte no se aprecia entre los autores personas que tengan un mirada desde las regiones, menos gobierno central y más gobierno local.
- Ausencia de algunos temas relevantes, ya lo mencionó el Ministro Blumel, refiriéndose al tema de descentralización. En mi caso y al igual que en 2009 con el libro: “Un mejor Estado para Chile” (Consorcio para la Reforma del Estado), que lo discutí en varias ocasiones con Mario Waissbluth y Claudio Seebach encargado de la edición del mismo, no incluir en forma explícita la digitalización del Estado como un tema en si mismo me parece a estas alturas del partido un error grave.
En 2009 escribí Modernización del Estado con una pata coja, a propósito del análisis de dicho libro, en ella expresaba:
“Pero como no todo es miel sobre hojuelas, creo que un documento cuyo norte es un Estado de clase mundial al servicio de las personas, no define el rol y no propone directrices para el uso de las Tecnologías de Información en ese estado moderno, es no entender del todo lo que es clase mundial.”
Hoy en día, omitir lo digital en una propuesta de modernización me parece que no es sólo un olvido menor, resulta impresentable, hoy la mayoría de los Estados que tomamos como referencia, están extremadamente preocupados con el desafío que presenta la Transformación Digital del Estado, y como lo digital será una de las palancas más relevantes para su modernización.
Volví a realizar un ejercicio bastante simple con el libro, similar al que hice en aquella época y la historia se repite, me refiero a buscar en el texto del mismo, algunos conceptos en el libro, un texto de 734 páginas y 259.695 palabras en total (entre ambos libros suman cerca de 1.500 páginas sobre modernización). Las palabras que busqué en el texto fueron: internet, digital(es), web, tecnologías, computador, computacionales, programas (en el sentido de programas computacionales, aplicación(es), móvil, software, hardware, base de datos.
En total suman 64 ocurrencias (0.025%), no parece mucho, ¿cierto?
“Las nuevas tecnologías ya no sólo son una herramientas para potenciar los servicios que el Estado presta, sino que han pasado a ser un elemento fundamental del funcionamiento del mismo. La revolución digital plantea repensar muchos de los servicios que el Estado entrega, tanto en el proceso de producción como en el delivery de estos.”
He escuchado en varias ocasiones el argumento que se da por obvio que las TI son parte del proceso, el problema es que NO es obvio, y por lo tanto muchos países que han emprendido este camino como es el caso del Reino Unido o Noruega lo han expresado en forma explícita.
Reino Unido
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Noruega
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Alejandro,
interesante tus observaciones, en particular el “no incluir en forma explícita la digitalización del Estado como un tema en si mismo”.
Saludos
Alejandro, interesante tú análisis (como siempre).
En mi caso ya no creo en estos anuncios, prueba de esto es la bochornosa situación que le tocó vivir a Alfredo Barriga en el gobienro anterior de Sebastián Piñera, durante el cual fue designado como Secretario Ejecutrivo de Estrategia Digital, pero al poco tiempo renunció pues, según sus palabras, “descubrió y lamentó que la revolución digital no era tema en Chile”.