Nuevo Índice de Gobierno Digital
Tratando de entender algunas cosas del nuevo índice de desarrollo digital del Estado, sin mucho éxito debo decir.
Hace unos días conocimos el nuevo indicador de Desarrollo Digital del Estado desarrollado por la organización OCDE (Digital Government Index – 2020 OECD).
El índice tiene varios elementos interesantes que vale la pena destacar, pero también al menos en mi caso presenta dudas en algunos de sus resultados, las que me atrevo a compartir en este espacio.
Iniciativa destacable
Lo primero a decir es que se trata de un primer ejercicio, de hecho habla de una versión 1.0 o piloto que viene a aportar al monitoreo de los procesos de digitalización de los estados, conducido por una organización de amplio prestigio técnico como es la OCDE.
Esta iniciativa plantea desafíos significativos, ya que en el pasado hemos visto múltiples iniciativas de indicadores similares, que se son erráticos o bien al poco tiempo (o versiones) desaparecen, y esto se ha dado tanto a nivel local como internacionales. En general esto se produce por la complejidad de sostener este tipo de iniciativas en el tiempo. El único índice en esta área que ha sido perseverante y ya lleva muchas ediciones es el indicador de Gobierno Electrónicos de la división UNDESA de Naciones Unidas con 11 versiones a la fecha y que se viene realizando desde 2001, lo cual permite analizar la evolución de los países, en el pasado he realizado algunos de estos análisis mirando más la evolución o trayectoria de los países que la foto del momento.
Otro elemento destacable del indice de OCDE es que aborda dimensiones que otros indicadores no han abordado en forma sistémica, lo que que permite tener una mirada más holística de los avances de un país.
Otra característica destacable es que a diferencia de muchos iniciativas de índices, incluyendo el de Naciones Unidas es que no detallan adecuadamente el método (dimensiones, variables, pesos y otros elementos). En este caso está bastante detallado, felicitaciones por eso.
Resultados sorprendentes
Es en este ámbito donde al menos en mi caso que he analizado y desarrollado varios escritos en torno a los principales indicadores de desarrollo digital, me refiero al de Naciones Unidas (eGov-UN), Foro Económico Mundial (NRI-WEF), Unión Internacional de Telecomunicaciones (IDI-ITU), Universidad de Waseda, Unión Europea y otros.
Luego de un análisis en particular de la dimensión Digital por Diseño (Digital by Default) hay algunos resultados que llaman poderosamente la atención.
Esta dimensión si bien tiene elementos adicionales y según explican desde OCDE esto elementos están asociados más al nivel estratégico y de gobernanza, incluye algunos de los aspectos que el indicador de ONU analiza, me refiero a despliegue y uso servicios digitales por parte del estado.
Al comparar los resultados obtenidos por el estudio OCDE y ONU para el mismo listado de países, se aprecian brechas importantes, que a mi modo de ver no tienen una explicación clara, en la gráfica siguiente se muestran las diferencias entre el índice OCDE en su dimensión Digital by Design y el índice de servicios digitales del Estado de Naciones Unidas.
Probablemente lo más llamativo de este análisis es
- Las diferencias en el ranking OCDE de países como: Colombia, Suecia, Estonia y Finlandia.
- Colombia aparece en el tercer lugar de los países OCDE, lo cual es extremadamente llamativo, ya que en ningún otro índice dicho país ha mostrado ese nivel de desempeño y de hecho es el único país de la muestra en que el índice OCDE supera al de ONU.
- Para el caso de Estonia identificado como una práctica a seguir en muchas referencias, se encuentra en el lugar 18 de los países OCDE incluso por debajo del promedio de los países estudiados.
- El caso de Suecia es también por decir lo menos llamativo, se encuentra en el último lugar de los países analizados, lugar 33, siendo que en el índice de naciones unidas se encuentra en el 5to lugar de la muestra.
- Brasil supera a Estonia en el indicador OCDE, siendo que en el índice de ONU se encuentra en el lugar 31 de la muestra.
Visto desde otro ángulo, cuando se analizan las diferencias de posiciones de los índices de los 33 países en la muestra hay algunos países que muestran grandes diferencias, en la gráfica siguiente se incluyeron los países que tienen diferencias mayores o iguales de nueve posiciones entre ambos rankings.
Es habitual que aparezcan diferencias en estos índices cuando se comparan, producto de sus diferencias metodológicas, pero resulta soprendente la magnitud de estos casos.
Incluso si lo miramos analizamos con el último índice DESI (Digital Economy and Society Index) de la unión Europea para la dimensión digitalización de servicios público, Estonia aparece en primer lugar y Suecia en la posición 10, por encima del promedio de los países de la Unión Europea. El caso de Finlandia, aparece en el cuarto lugar, y en el indicador OCDE en lugares de retaguardia.
Creo que sería bueno que en futuras versiones del índice se incorporaran algunos elementos de sensibilización con otras métricas, lo cual generaría alertas en caso de situaciones como las anteriormente descritas.
Puede que existan explicaciones muy razonables para estas brechas, pero de la sola lectura del índice estas no quedan claras.
Coincido contigo con lo inexplicable de las discrepancias entre los diversos índices. Es por ello que cada vez los utilizo menos como referencia o benchmark. Y sigo pensando que los enfoques basados en los datos que proporcionan los propios países sobre ítems poco concretos, o susceptibles de interpretación, da como resultado que no sepamos muy bien lo que se está midiendo.
La aproximación conceptual a un índice no debería ir tanto por el lado de la dotación o stock de funcionalidades, sino sobre todo del rango de completitud de las funcionalidades, es decir, hasta dónde llegan los flujos que pueden ser tramitados digitalmente. Este es especialmente importante en el caso de los procesos administrativos que soportan los servicios públicos. Por ejemplo, para abrir una empresa y registrarla no es lo mismo que el trámite se pueda iniciar y terminar en una plataforma digital (100% digital, 0% de presencia), que ese mismo trámite lo puedas iniciar de forma digital, pero después hay etapas que son presenciales. De la misma forma que en economía existe el PPI para poder comparar el PIB o el comercio exterior de los países, en materia digital habría que construir un instrumento de medición semejante.
Y gracias Alejandro por tu siempre interesante blog.
Gracias Ale. Como siempre novedoso y útil.
La sensación que me queda es que casi no se puede confiar en ningún ranking.
Alguien me comentó (no recuerdo quien) que en Colombia son expertos en “data for ranking inflation”, en todas las áreas.
Muchas gracias Mario por el comentario, la verdad es que he conversado con varios expertos de otras agencias internacionales y no le creen mucho a este ranking, sobretodo por lo que muestran algunos países.
Saludos
Alejandro
Muchas gracias Fernando por tu comentario
Saludos
Alejandro