Pasaporte COVID
Los Pasaportes Sanitarios COVID plantean importantes desafíos a la hora de su diseño e implementación …
Hoy en día, muchos países que se encuentran en sus procesos de vacunación masiva, han empezado a discutir respecto de establecer mecanismos para certificar la condición de salud de las personas respecto del COVID-19, los que se han venido en llamar pasaportes sanitarios. En muchos países este es un tema que se está discutiendo hace ya unas semanas, con diversas aproximaciones y grados de avance, como es el caso de Israel probablemente el más avanzado en la materia, el pasaporte está disponible para cualquier persona que haya sido vacunada (todas las dosis) o se haya recuperado de Covid-19. El pasaporte es requerido para poder acceder a hoteles, gimnasios o teatros., disponible como certificado en papel o en una app, que vincula a los usuarios con sus datos personales del ministerio de sanidad.
Incluso la International Air Transport Association (IATA) ha promovido que existan estos pasaportes sanitarios, como una forma de contar con un mecanismo que facilite los viajes.
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Más información
Comisión Europea
La Unión Europea por su parte, ya ha dado varios pasos al respecto, estableciendo un cronograma de implementación y algunos estándares para el certificado verde digital (Digital Green Certificate) como llama al pasaporte sanitario, en la imagen se aprecia el formato en sus versiones papel y digital:
Respecto del calendario, la Comisión Europea en marzo presentó en marzo una propuesta legal sobre los certificados, la que debe ser ratificada por el parlamento europeo. En caso de ser aprobada por lo países miembros, estos tienen que preparar su implementación.
En el verano (no se ha definido una fecha específica) la Comisión desarrollará el soporte tecnológico para validar el certificado, y los países miembros deben realizar los cambios necesarios en sus sistemas nacionales de registros sanitarios.
Desafíos Pasaporte
Estos documentos, ya sean con soporte digital o papel han generado un gran debate en las múltiples dimensiones que una idea como esta tiene, revisemos algunas de ellas:
- Salud: en el ámbito de la salud, hay varias áreas no resueltas aún, duración de la inmunidad y por lo tanto del certificado, vacuna utilizada, por ejemplo: en varios países de la región se está utilizado una vacuna que no ha sido validada en Europa, y por ende serán válidos los pasaportes con esas vacunas.
- Privacidad y Sesgos: dado de que se trata de información sensible, la solución implementada debe garantizar la privacidad de la información, por lo que debiera regularse su uso en términos de quienes y como pueden acceder, así como su eventual uso posterior. Otro problema que plantea el certificado es el de los potenciales sesgos producto de su uso que puede generar respecto de personas que lo tengan y los que no
- Tecnológico: en el ámbito tecnológico, hay que acordar soporte (papel, app en el teléfono, ambas). Su uso no debe discriminar en términos de exigencia tecnológicas a sus usuarios finales, por ejemplo: teléfono de alta gama. En el caso de utilizar una app, esta debe contar con mecanismos de seguridad, que reduzca el potencial de fraude, la mayoría está utilizando código QR seguro. En esta área se deben realizar todos los desarrollos para las plataformas de emisión y validación del certificado, así como los desarrollos con otras plataformas con las cuales deben interoperar al menos sistemas de identificación y plataformas sanitarias.
- Datos: establecer los datos que debe contener el certificado, así como su representación en el mismo, adicionalmente establecer estándares de interoperabilidad semántica, y los metadatos requeridos.
- Operacional: Desde un punto de vista operacional, se requieren establecer diversos procesos (identificación, enrolamiento, caducidad, dar de baja). Este puede ser un desafío mayor en países que no cuentan con sistemas de identificación únicos y nacionales, como es el caso de los países anglo-sajones y algunos de la región.
Criterios de diseño según Royal Society
Como una forma de abordar algunos de estos problemas, La Royal Society propone un conjunto de criterios para el diseño y desarrollo de estos pasaportes COVID-19 (descargar aquí).
El pasaporte debería
- Cumplir con una definición y criterio acordado respecto del concepto de inmunidad COVID-19
- Tener en cuenta las diferencias de eficacia entre las vacunas y los cambios en la eficacia de las vacunas contra las variantes
- Debería ser estandarizado internacionalmente con credenciales verificables para usos definidos, y basado en una plataforma de tecnologías interoperables
- Debiera ser seguro respecto de los datos personales
- Debiera ser portable
- Debiera se asequible para particulares y gobiernos
- Debe cumplir con normas legales y normas éticas (equidad y no discriminación), y
- Las condiciones de uso deben ser comprendidas y aceptadas por los titulares de los pasaportes.
Esto deja planteado importantes desafíos para nuestros países, en caso que quieran implementar una política pública similar
